La planta extraordinaria de Vicálvaro que cautivó al botánico famoso de la época


Artículo del autor vicalvareño Álvaro Anula

 

Casimiro Gómez Ortega (1741-1818) fue uno de los pioneros en el estudio de la botánica en España. Hombre ilustrado y polivalente, desde bien pequeño tuvo un lazo particular con la Naturaleza que le hacía maravillarse por cuanto le rodeaba. Su capacidad de asombrarse y su atrevimiento a saber hicieron de Gómez Ortega una verdadera eminencia en el campo del estudio de las plantas, cuyos tratados a día de hoy siguen muy presentes entre los estudiosos y los estudiantes. Su reputación en la materia alcanzó tal magnitud que fue nombrado en 1771 como el primer catedrático del Real Jardín Botánico de Madrid, lugar al que dio renombre con sus infatigables trabajos.

Estatua de Casimiro Gómez Ortega
Estatua de Casimiro Gómez Ortega (Wikimedia Commons).

Como personaje de la Ilustración que era, no dudaba en acercar la ciencia del momento a todo aquel que quisiera. Sus clases y charlas en el Jardín Botánico sobre todo lo relacionado con las plantas se hicieron muy populares en todo Madrid; y ese afán de enseñanza dio lugar a que muchos jóvenes se interesaran por la botánica y la farmacéutica, traduciéndose en discípulos que años después tomarían su relevo (José Pavón e Hipólito Ruiz).

En dichas clases, desgranaba todos sus estudios y accedía a contestar todas las dudas que aparecían entre sus oyentes. Sin embargo, en una de sus charlas, una extraña cuestión captó la atención del eminente catedrático.

Era el 21 de mayo de 1784. Gómez Ortega estaba dando una de sus habituales lecciones botánicas, donde se mostraban las partes de las plantas, se clasificaban las hojas a partir de su composición y se analizaban las diferentes fases de fructificación. Cuando acabó estas explicaciones, decidió cambiar de tema para hablar de una misteriosa planta que le habían remitido de un pueblo cercano a Madrid: Vicálvaro.

Unos facultativos en Vicálvaro habían encontrado una planta con unos detalles asombrosos que desconocían. Destacaban su lozanía y su extrañeza, mencionaban la forma del tallo perfectamente aplastado, y se sorprendían por el tamaño de unas cinco pulgadas y media de ancho y tres pies y cuarto de alto; además, la extraordinaria planta que nunca antes habían visto presentaba infinitud de ramas con hermosas flores azules. Como nunca antes habían presenciado semejante planta, decidieron remitir aquel ejemplar al afamado botánico.

 

Planta extraordinaria
Memorial literario, instructivo y curioso de la corte de Madrid, del mes de mayo de 1784.

Tras analizar aquel vegetal hallado en Vicálvaro con detenimiento, las conclusiones que sacó llamaron tanto la atención a Gómez Ortega que decidió dedicar una parte de sus clases a hablar sobre ella. Según el botánico, la planta era una variedad prodigiosa de un Echium, más conocida como “hierba de la víbora”. Añadió que dicho tipo de vegetal era muy común en las inmediaciones de Madrid, pero que no solían ser de aquella talla tan “monstruosa”.

No obstante, Gómez Ortega concluyó que se trataba de una enfermedad o alteración extraordinaria que suelen padecer algunas plantas a causa de la abundancia de alimento, por la compresión o por otra situación accidental que provoquen una medida descomunal del tallo. Citó también los estudios de Carlos Linneo, padre de la taxonomía o clasificación de los seres vivos, para apoyar su hipótesis.

Para finalizar su aclaración, no dudó en señalar a una azucena que conservaban en el Jardín Botánico y que tendría la misma enfermedad que la planta extraordinaria vicalvareña.

Esta curiosa anécdota tuvo que ser muy sonada dentro de aquellos círculos académicos. De hecho, aparece recogida como noticia en el Memorial literario, instructivo y curioso de la corte de Madrid del mes de mayo de 1784 y que ha quedado en los anales como aquella planta prodigiosa que descubrió en Vicálvaro y que cautivó al botánico español más famoso de la época.

 

 

Álvaro Anula es un estudiante vicalvareño de Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos. Amante de las leyendas, misterios y curiosidades de su ciudad, además de las tradiciones que esconden la verdadera esencia de un pueblo.
Con 18 años, publicó el libro Salamanca Misteriosa (Kindle, 2015) , que se mantuvo durante varias semanas como libro más vendido en Amazon en las categorías de ‘Viajes’ y ‘Mente, cuerpo y espiritualidad’. Actualmente colabora en la revista El Octavo Sabio, es redactor del diario digital Blasting News y colabora asiduamente en el portal digital Antrophistoria, donde recoge leyendas y curiosidades de la Comunidad de Madrid.

Puedes leer más sobre él en su blog:

alvaroanula.wordpress.com